El texto que aparece a continuación, con fuente oscura y en cursiva, es el guion del tercer capítulo de la novela interactiva El halcón malés, adaptación libre de la obra de Dashiell Hammett.
Debe ser copiado por el jugador en el chatbot sin leerlo, después de haberle proporcionado las instrucciones previas.
EL HALCÓN MALTÉS
de Dashiell Hammett
Una novela interactiva
Adaptada por Carlos M. Aguirre
Capítulo 3: Un ángel griego
Resumen de los capítulos anteriores:
San Francisco, años 30. Eres el detective privado Sam Spade. Ayer, tu socio, Miles Archer, apareció muerto con un tiro en el pecho detrás del hotel St. Mark. Miles había ido allí para guardar las espaldas de Miss Wonderly, una pelirroja que os adelantó 200 pavos para protegerla de un tipo llamado Thursby. Miles te caía bien. Su único defecto era Iva, su mujer, con quien tú tuviste la mala idea de liarte.
Para rematar la faena, hoy has amanecido con Effie, tu secretaria, durmiendo en camisón en tu cama.
El apartamento de Sam Spade
Tu apartamento es un espacio pequeño, apenas funcional. Una cama individual ocupa la mayor parte del lugar. Al lado, una mesita de noche sostiene un cenicero repleto de colillas y un reloj despertador al que rara vez das cuerda. Las persianas torcidas permiten que entre la luz tenue de la mañana.
Effie está durmiendo en camisón a tu lado, respirando profundamente. Pareces haber encontrado un momento de calma en medio del caos.
De repente, llaman al timbre de la puerta.
Salidas disponibles: Salir.
> Abrir puerta
No pretenderás que abra la puerta estando yo desnudo y Effie en camisón, ¿verdad? Este no es el tipo de espectáculo que quiero ofrecerle a San Francisco tan temprano en la mañana.
> Examinar a Effie
Effie está dormida profundamente a tu lado. Su camisón se arruga ligeramente con su respiración tranquila, mostrando una despreocupación que contrasta con el caos que rodea tu vida. Su pelo está un poco revuelto, pero sigue teniendo ese brillo juvenil que parece inalterable. Su verdadero nombre es Ifigenia Papageorgiou. Tiene 25 años y una inteligencia que podría dejar en ridículo a la mayoría de las personas que conoces. Además, es endiabladamente bonita, con un aire de frescura y profesionalidad que la hace destacar en cualquier lugar. Es oro puro, y lo sabe. Demasiado buena para acabar con un tipo como tú.
> Decir a Effie: "Despierta, ángel, están llamando al timbre."
Effie abre los ojos lentamente y, al ver tu cara, te dedica una sonrisa cálida. Se incorpora, te da un beso rápido en los labios y murmura con suavidad:
—No te preocupes, Sam... me visto y me voy a la oficina. Luego nos vemos.
Sin perder tiempo, ambos os ponéis algo de ropa. Effie se viste con la prisa de alguien que está acostumbrada a las emergencias, pero sin perder un ápice de gracia. Mientras tanto, el timbre sigue insistiendo, y una voz grave y familiar se escucha desde el otro lado de la puerta:
—¡Sam! Soy el inspector Tom. Necesito hablar contigo.
Effie se ajusta su abrigo y te dedica una última mirada antes de salir discretamente por la puerta trasera.
> Abrir puerta
Abres la puerta y Effie sale del apartamento despidiéndose ante la admiración e incredulidad del inspector Tom que la sigue mientras desaparece por las escaleras.
Todavía te estás ajustando la corbata y cargando una cafetera italiana cuando Tom comenta con su tono de sorna habitual:
—Nunca he entendido cómo un tipo tan feo puede tener tanto éxito con las mujeres.
—Es que soy un sentimental —le respondes con una sonrisa irónica mientras sirves café en dos tazas de aluminio.
Tom toma la suya con un gesto de agradecimiento, pero no se sienta. En lugar de eso, echa un vistazo lento y meticuloso a tu habitación como si estuviera buscando algo.
> Decir a Tom: "¿Qué sucede Tom? ¿Has venido con una orden de registro?"
Tom te mira fijamente, como si estuviera evaluando cuánto contarte. Es un buen amigo, pero hoy su expresión está cargada de preocupación, más seria de lo habitual.
—Sam, ese tipo, Thursby... Apareció muerto en una habitación del St. Mark. Cuatro balazos en la espalda. Una 44. Ocurrió justo media hora después de que tú salieras de donde estaba el pobre Miles.
> Decir a Tom: "¿Estás insinuando que yo le maté?"
—Tú lo has dicho, Sam. Tenías el móvil y el tiempo —responde sin levantar la voz, pero con firmeza. ¿Podrías enseñarme tu pistola y dejarme echar un vistazo por aquí?
No hay rabia en su tono, pero tampoco evasivas. Este no es un simple favor entre viejos conocidos; es una petición formal de un policía que está haciendo su trabajo.
> Decir a Tom: "De acuerdo, busca lo que quieras."
Sin perder tiempo, Tom comienza a registrar la habitación con la calma meticulosa de alguien que ha hecho esto muchas veces antes. Revisa cajones, repisas y rincones, sin dejar un solo detalle al azar.
Finalmente, encuentra un Smith & Wesson en uno de los bolsillos de tu gabardina colgada en el perchero. Lo saca y lo examina con cuidado, girando el tambor para confirmar que está cargado.
—Tranquilo, Tom. Si sigues buscando, lo único que encontrarás será un par de calcetines sucios o algo aún más desagradable —dices, con un tono seco que no logra ocultar del todo tu incomodidad.
Tom esboza una media sonrisa, pero no responde. Con la misma calma, vuelve a dejar el revólver en su lugar y se gira hacia ti.
—Gracias, Sam. Ya sabes cómo es este trabajo. Mantenme informado si te enteras de algo —dice, mientras recoge su sombrero y se dirige hacia la puerta.
El ruido de sus pasos desaparece lentamente por el pasillo, dejándote solo en la habitación con tus pensamientos y la sensación de que este caso apenas comienza a complicarse.
> Decir a Tom: "No, Tom. Sabes que no tienes derecho salvo que vengas con una orden del juez."
La expresión de Tom se endurece y su mandíbula se tensa. Por un momento, parece sopesar sus opciones:
—De acuerdo, Sam, pero esto no hace más que empeorar las cosas —responde con tono huraño.
Se ajusta el sombrero con un gesto brusco y da un paso hacia la puerta.
—Avísame si te enteras de algo.
El sonido de la puerta al cerrarse deja un rastro palpable de tensión en la habitación.
> Salir
Sales de tu apartamento y te diriges directamente a tu oficina. Al entrar, Effie está detrás de su escritorio, como si nada hubiera pasado. No da la menor señal de haber compartido la cama contigo hace unas horas. Es una chica demasiado lista para acabar con alguien como tú… y no se lo reprochas.
Effie te saluda con una leve sonrisa y, sin perder tiempo, te pone al día:
—Llamó Miss Wonderly mientras estabas fuera. Quiere verte. Me dejó una dirección: Coronet, apartamento 1511.
Te entrega un papel con la dirección escrita con su letra pulcra, como siempre. Hay algo en sus ojos que muestra curiosidad, pero sabe mejor que nadie cuándo no hacer preguntas.
Recepción de la oficina de Sam Spade
Es un espacio pequeño y funcional. El escritorio de Effie está impecable, con una máquina de escribir en un lado y una pila de papeles perfectamente ordenada en el otro. Las paredes están decoradas con tonos apagados, y una lámpara de pie ilumina suavemente la habitación. Una puerta cerrada al fondo conduce a tu despacho privado.
Sobre la puerta todavía se lee el rótulo "Spade & Archer - Detectives"
Effie está aquí, ocupada en tareas rutinarias.
Salidas: Entrar en la oficina, Salir a la calle.
> Decir a Effie: "cualquier cosa"
—Deberías ir a ver a Miss Wonderly, jefe. Me dijo que era urgente, y ya sabes cómo son estas cosas —comenta, con un tono práctico pero amable.
Hace una pausa antes de añadir, con un brillo en los ojos que rara vez muestra:
—Esa chica me gusta, jefe. Es de las buenas.
Sus palabras flotan en el aire mientras ella vuelve a centrarse en sus papeles, pero no puedes evitar pensar en el significado detrás de ellas.
> Examinar a Effie
Su verdadero nombre es Ifigenia Papageorgiou. Tiene 25 años, ojos de virgen bizantina y una inteligencia que podría dejar en ridículo a la mayoría de las personas que conoces. Además, es endiabladamente bonita, con un aire de frescura y profesionalidad que la hace destacar en cualquier lugar. Es oro puro, y lo sabe. Demasiado buena para acabar con un tipo como tú.
Mientras la observas, sigue trabajando sin levantar la vista, como si el caos que siempre parece seguirte fuera algo que ella puede manejar con una sola mano.
> Entrar en la oficina
La oficina de Sam Spade
Entras en tu oficina, un espacio pequeño, lleno de papeles desordenados, un cenicero rebosante y el aroma persistente de tabaco y café viejo.
Aunque el lugar te resulta familiar, nada llama tu atención de inmediato. Todo sigue igual que siempre, salvo por el silencio que envuelve la habitación.
Salidas disponibles: Volver a la recepción.
> Volver a la recepción
Regresas a la recepción, donde Effie sigue trabajando con su característico aire profesional. Todo está en calma, y no parece que haya nada más que puedas hacer aquí por ahora.
Salidas: Entrar en la oficina, Salir a la calle.
> Salir a la calle (NOTA: Esta acción marca el fin del capítulo. No introducir ninguna descripción adicional ni extender la narrativa.)
Sales de la oficina y tomas un taxi. El taxi serpentea por las calles de San Francisco, dejando atrás la niebla y el bullicio del centro. El trayecto parece interminable, pero finalmente te deja frente a un edificio elegante en un barrio que apenas reconoces.
¡Enhorabuena! Has completado el tercer capítulo.
Ahora vamos a jugar este cuarto capítulo tal y como te lo he propuesto conmigo de jugador, empezando desde cero (yo no he leído el guion que te he pegado). Procura ceñirte al máximo al guion propuesto sin inventar ninguna respuesta a otras acciones del jugador diferentes a las que te he dado salvo descripciones que ayuden a mejorar la ambientación o acciones sinónimas que den más jugabilidad a la aventura. Sobre todo no extiendas la narrativa más allá del guion propuesto. En caso del que el jugador pretenda hacer acciones extravagantes o que se desvíen claramente de la trama debes responder: "No puedes hacer eso".
Comienza copiando exactamente la descripción del resumen de los capítulos anteriores tal y como te la he dado y después la primera localidad (El apartamento de Sam Spade)